En el G.E.P contamos con 2 integrantes que forman parte del Equipo de Espeleosocorro Balear, equipo oficial de la Federación Balear de Espeleología. En este artículo nos gustaría empezar definiendo el concepto de espeleosocorro como, el rescate de una persona accidentada dentro de una cavidad subterránea.
Autor: David López Márquez. Enfermero SAMU 061.
Espeleosocorrista, miembro del Grupo de Espeleosocorro Balear.
Formar parte de este grupo tan especializado nos permite adquirir grandes conocimientos así como la posibilidad de poner en práctica numerosas técnicas de rescate. Todo ello, siguiendo con la formación sistemática propuesta por los jefes de equipo del grupo de espeleosocorro: el estudio de conceptos y maniobras más básicas hasta las más complejas; siempre con una progresión escalonada.
Autor de la foto: Jordi Oliver
Otra parte de suma importancia es el entrenamiento semanal, mediante el que se ponen en práctica las maniobras estudiadas, siempre bajo supervisión. Finalmente, la realización de simulacros, que permiten adquirir una experiencia en el terreno real y la toma de decisiones en función del escenario (características del accidente, la orografía de la cavidad y todas aquellas variantes que puedan acontecer).
No me gustaría pasar directamente a explicar que solemos hacer en los entrenamientos de espelosocorro sin antes explicar lo mucho que nos aporta y aportará formar parte de este grupo.
El hecho de conformar y pertenecer a este grupo nos enseña a trabajar en equipo. La espeleología es una actividad de equipo en la que los integrantes de éste, en algún momento, dependerán de las habilidades y conocimientos del resto en técnicas de progresión vertical, rescate y autorescate. Nos obliga a mantener un buen nivel y soltura en técnicas de progresión por cuerda, a explorar las numerosas técnicas de rescate. También a ser capaces de realizar técnicas complejas
con simplicidad y seguridad, gracias a la experiencia, entrenamiento y estudio.
Solemos entrenar 1 vez a la semana, 3 o 4 veces al mes, dependiendo de nuestra flexibilidad laboral. En primer lugar se realiza un debriefing previo para establecer equipos de trabajo y maniobras, en función de experiencia y complejidad. Todas las actividades son planificadas y supervisadas por los jefes de equipo. En el 90% de los entrenamientos se realizan simulaciones con camilla, en las que no solo se tiene en cuenta el peso del herido sino que también se pretende que se acerquen lo máximo posible a la realidad de la carga.
Es difícil poder explicar, a modo de resumen, todos los entrenamientos realizados hasta la fecha. En ellos se realizan gran variedad de maniobras tales como el montaje de repartidores, contrapesos, tirolinas, contrapesos encadenados, uso de polipastos para izado de cargas, tirolinas encadenadas, trasferencia de camilla con diferentes posiciones en función de patología o lesiones presentadas, maniobras de autorescate, etc.
Como enfermeros pertenecientes al SAMU 061 de baleares, estamos entrenados para trabajar en un medio extrahospitalario. En un rescate, encontramos a un accidentado en el interior de una cavidad, el objetivo de todo el equipo es extraer al accidentado en las mejores condiciones posibles, asistiéndolo durante el rescate y evitando el empeoramiento de su estado.
Solo podremos lograrlo con un equipo cohesionado y muy entrenado.
Debido a nuestra formación profesional, podemos aportar nuestra experiencia en la atención a pacientes en medios y lugares remotos.
Con este pequeño artículo queremos dar a conocer nuestro interés por esa continua formación en la seguridad, manejo y puesta en práctica del aspecto más técnico en cuanto a rescate se refiere.
Por su puesto todo esto no sería posible sin los compañeros de G.E.P y del grupo de Espeelosocorro Balear, el cual confió en que nuestro pequeño grano de arena podría encajar y sumar en su equipo.
Agradecemos a J. Oliver, Javier G y Espeleosocorro Balear por la cesión de las fotografías y su colaboración para la publicación de este articulo.
